En un rincón de la oscuridad me preparo.
Oigo, venidas de lejos, voces de callejuelas cercanas... el roce de las ramas en nuestro paseo,
beso suave del ayer...
pues la noche, abriendo su mano, muestra la luz que fue
antes de volverla a cerrar.
...
Veo, encogido,
cómo el mundo no se esparce desde mis pies
y yo... en este rincón, me preparo
para que el sueño abra su puerta
y me guarde
hasta que el Sol
pueda volver...
mas... si no me encuentra,
que sea porque tus manos
ya me hayan llevado a la luz.