Después de haber lavado los pies a los discípulos, Jesús les dijo:
"Les aseguro que el servidor no es más grande que su señor, ni el enviado más grande que el que lo envía.
Ustedes serán felices si, sabiendo estas cosas, las practican.
No
lo digo por todos ustedes; yo conozco a los que he elegido. Pero es
necesario que se cumpla la Escritura que dice: El que comparte mi pan se
volvió contra mí.
Les digo esto desde ahora, antes que suceda, para que cuando suceda, crean que Yo Soy.
Les aseguro que el que reciba al que yo envíe, me recibe a mí, y el que me recibe, recibe al que me envió".
"¿"Por favor, alguien puede relevarme?
¿Dudais? ¿Nadie se levanta?"
...
Yo voy... Yo continúo.
"¿Por qué has tardado Pedro? Y sólo tú te has ofrecido..."
Porque tú lo has pedido. Lo hago por ti.
"Has vencido a tus prejuicios. Te has librado de tu sombra... Gracias por tu fidelidad Pedro. Y por tu cariño. Sólo te falta lograr que sea el amor a tus hermanos el que coja mi relevo."
Sabes que eso me cuesta...
"Lo sé. Nos conocemos... Pero cuando te entregues a ellos los sentirás tuyos y tú de ellos. Te sentirás también su guardián. Y ya sabes, sólo el que sirve con amor..."
...sabe custodiar. No sé...
"No es deshonra sino orgullo servir a los que amas. Tranquilo, te conozco. Puede que a regañadientes... pero, amigo, tú servirás."
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