Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de él. Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: "Este está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción -¡y a ti misma una espada te atravesará el alma! - a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones."
Cuando todo parezca perdido y ya no recuerdes la luz, es que se acerca el amanecer.
Cuando tu alma esté sangrando, un campo de flores crecerá regada bajo tus pies.
Y cuando tus recuerdos acaben siempre acariciando mi nombre, cierra los ojos... porque estaré junto a ti.
Corazón fiel. Corazón abierto.
Ojos de madre, blanca paloma.
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