En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos hacia sus discípulos, les dijo: «Dichosos los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. Dichosos los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados. Dichosos los que ahora lloráis, porque reiréis. Dichosos vosotros, cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten, y proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que hacían vuestros padres con los profetas. Pero, ¡ay de vosotros, los ricos!, porque ya tenéis vuestro consuelo. ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados!, porque tendréis hambre. ¡Ay de los que ahora reís!, porque haréis duelo y lloraréis. ¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso es lo que hacían vuestros padres con los falsos profetas.»
Corren tiempos malos para seguirte...
Cada día es más duro decir que procuramos andar sobre tu huella.
Lejos quedan los años en que el poderoso estaba a nuestro lado
y alzaba nuestra bandera fundiendo la suya con la de Jesús...
...
"No te entiendo. ¿Qué bandera?
¿La bandera de Jesús?
¿Cuándo cogió Él una bandera?
¿Tiene color la compasión? ¿No salta sobre todo bando el amor?"
...
Pero... ¿No añoras los años de triunfo?
"¿Acaso vestir de armiño es triunfo para el pastor?
No te confundas... el buen vino nace en condiciones difíciles
igual que el amor brota de la entrega y ésta del desprendimiento.
Elegir no es seguir por inercia.
Construir el Reino no es vivir en palacio.
Nuestra vida es de infantes,
de tropa rasa que vive en la trinchera.
Como nuestra muerte será de caballeros
arrojados que cargan sin reflexionar
sobre el egoísmo y la injusticia.
Dormid, por fin, libres a la intemperie...
Habéis escapado de la trampa del poder.
Este es el momento del triunfo.
Vencerse es vencer."
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