Jesús
estaba expulsando a un demonio que era mudo. Apenas salió el demonio,
el mudo empezó a hablar. La muchedumbre quedó admirada,
pero algunos de ellos decían: "Este expulsa a los demonios por el poder de Belzebul, el Príncipe de los demonios".
Otros, para ponerlo a prueba, exigían de él un signo que viniera del cielo.
Jesús,
que conocía sus pensamientos, les dijo: "Un reino donde hay luchas
internas va a la ruina y sus casas caen una sobre otra.
Si Satanás
lucha contra sí mismo, ¿cómo podrá subsistir su reino? Porque -como
ustedes dicen- yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul.
Si
yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul, ¿con qué poder los
expulsan los discípulos de ustedes? Por eso, ustedes los tendrán a ellos
como jueces.
Pero si yo expulso a los demonios con la fuerza del dedo de Dios, quiere decir que el Reino de Dios ha llegado a ustedes.
Cuando un hombre fuerte y bien armado hace guardia en su palacio, todas sus posesiones están seguras,
pero si viene otro más fuerte que él y lo domina, le quita el arma en la que confiaba y reparte sus bienes.
El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama.
Una fuerza destruye, otra edifica. Una se empeña en poseer, otra en liberar. Una cara finge creer, otra se aferra a la esperanza. Una energía dispersa, otra reune. Una absorbe la luz, la otra se desgasta para iluminar.
...
Llegará el día en que descubras si esperaste en vano. Mientras, decide cual prefieres que sea tu error ¿Hundirte en la sombra agarrado al anhelo que te llevó por la senda de la fidelidad y de la entrega... o ser cogido de la mano por aquél a quien no te atrevas a mirar?
¡¡¡¡Animo Luis !!!....espero que te llegue este grito.....
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