miércoles, 11 de marzo de 2015

Mateo 5, 17-19

Jesús dijo a sus discípulos: 
«No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. 
Les aseguro que no desaparecerá ni una i ni una coma de la Ley, antes que desaparezcan el cielo y la tierra, hasta que todo se realice. 
El que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo mismo, será considerado el menor en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y enseñe, será considerado grande en el Reino de los Cielos.» 


"Entonces... ¿por qué quieren detenerte?"
Porque en la superficie se vive con comodidad. Porque, habiendo escuchado a quien vive lo que dice, sus palabras sonarán como campanas sólo rellenas de aire.
Y porque saben que, en las profundidades, hallaréis la forma de ser libres e independientes. De ellos y de vosotros mismos.
En cuanto a mí, no quiero reescribir la ley. Quiero enseñar a leerla.
Y sí, querrán detenernos... porque nos temen. Aunque nuestra misión no sea romper. Nos temen porque nuestra misión es apartar el velo.

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