Al ver Jesús que la multitud se apretujaba, comenzó a decir: "Esta es una generación malvada. Pide un signo y no le será dado otro que el de Jonás.
Así como Jonás fue un signo para los ninivitas, también el Hijo del hombre lo será para esta generación.
El día del Juicio, la Reina del Sur se levantará contra los hombres de esta generación y los condenará, porque ella vino de los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón y aquí hay alguien que es más que Salomón.
El día del Juicio, los hombres de Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás y aquí hay alguien que es más que Jonás.
No veréis. Ni podréis escuchar. No tendréis pruebas en vuestras manos.
Sólo a ciegas cabe seguir. Podéis creerme, o no. Pero sólo atravesando la oscuridad os digo que hallaréis la luz.
¿No debe ser golpeado el acero? ¿No debe el sarmiento retorcerse?
Del año duro saldrá el buen vino. De vuestro andar hoy por estos caminos, se sabrá a dónde, mañana, os dirigiréis.
Jonás fue engullido por la sombra. Pero no hay tiniebla que pueda ocultar el brillo de un alma templada.
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