En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la multitud, una mujer del pueblo gritando, le dijo: «¡Dichosa la mujer que te llevó en su seno y cuyos pechos te amamantaron!»
Pero Jesús le respondió: «Dichosos todavía más los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica».
Esta noche es noche sin luna.
... El frío no nos deja dormir.
Insomnes, permanecemos callados.
...
Entonces...
María.
Tu recuerdo,
tu sonrisa nos viene a buscar
para arroparnos en silencio
y velar nuestro sueño en esta
noche oscura que clavó sus uñas en nuestro pulmón.
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