En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si tu hermano peca,
repréndelo a solas entre los dos. Si te hace caso, has salvado a tu
hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo
el asunto quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les
hace caso, díselo a la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la
comunidad, considéralo como un gentil o un publicano. Os aseguro que
todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que
desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo. Os aseguro, además,
que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo,
se lo dará mi Padre del cielo. Porque donde dos o tres están reunidos
en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.»
"¿Qué opinas sobre la joven que ha llegado esta tarde?"
¿La que nos ha pedido cobijo?
"Sí. La están buscando. Ha escapado de la hacienda de una familia noble... Corremos un riesgo importante.
¿Es cosa nuestra liberarla de su condición?
¿Qué haría Él?"
...
... ¡Vaya! Tenías que preguntarlo...
Seguro que te respondía preguntándote a ti.
"¿El qué?"
Pues qué querrías que hiciéramos si el huído fueras tú.
Simple... ¿Verdad?
...
"Voy a verla. Tal vez no haya cenado."
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