Jesús dijo a sus discípulos:
Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo.
Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores;
así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos.
Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos?
Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos?
Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo.
Cada golpe que libres sobre tu instinto, cada siembra, cada caricia, te harán avanzar...
¿Cómo templar una hoja arropándola entre algodones?
¿Cómo sembrar sin sudar bajo el sol?
¿Cómo afinar una flauta sin limpiar las impurezas?
¿Cómo hacer brillar un alma sin librarla del rencor?
No hay comentarios:
Publicar un comentario