domingo, 12 de julio de 2015

Marcos 6, 7-13

En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto. 
Y añadió: «Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa.» 
Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.


"¿Qué diremos al salir? ¿Cómo haremos para que vean?"
Vosotros sólo podéis mostrar lo que tenéis.
Sois buhoneros portando brillantes... los más transparentes que nunca existieron.
Los portáis dentro de sencillas botellas con agua, en la cual no se pueden distinguir...
Pero vosotros los ofrecéis orgullosos a cambio de un precio: desear ese brillante con todo vuestro corazón. Cuidadlo y protegerlo siempre; en casa, guardad el mejor lugar para él y mostrarlo a las visitas que se acerquen cuando, brillando vuestros ojos, habléis de cómo es y cómo llegasteis a él.
Sois portadores de un invisible tesoro...
... y habrá quien se burle al ver vuestras manos sólo con una botella con agua...
Mas siempre podréis decir al incrédulo que el agua misma es un tesoro cuando te asfixia la sed.
Y cuando año a año, sorbo a sorbo, hayáis bebido todo el agua...
sonreirán vuestros ojos al verlo brillar a la luz del sol.

Libre de foto de las montañas, naturaleza, puesta del sol, persona

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