sábado, 4 de julio de 2015

Mateo 9, 14-17

En aquel tiempo, se acercaron los discípulos de Juan a Jesús, preguntándole: «¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?» 
Jesús les dijo: «¿Es que pueden guardar luto los invitados a la boda, mientras el novio está con ellos? Llegará un día en que se lleven al novio, y entonces ayunarán. Nadie echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto y deja un roto peor. Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos, porque revientan los odres; se derrama el vino, y los odres se estropean; el vino nuevo se echa en odres nuevos, y así las dos cosas se conservan.»


"No ayunan... ¿Por qué?"
Porque no hay tiempo que perder
ni atención que quede perdida...
... Juan es el viento
del final de la mañana
... revive el rostro
e invita a pedir
el agua fresca
de un bautismo
de esperanza
que hace germinar al desierto...
...
Mas Él...
Él es la ola
que va a romper
sobre esta tierra de trincheras.
...
Juan anuncia la lluvia...
Él ha reventado la presa.
Él es el mar sobre ti.


agua, arroyo, corriente, río


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